domingo, 15 de junio de 2014

Palabra cazada: Envergadura



Palabra mal usada con frecuencia, sobre todo por periodistas deportivos, tanto en los medios hablados como escritos. Se oye decir por ejemplo que “Fulano es de gran envergadura” para referirse a la corpulencia notable de un deportista.
Es una palabra de origen marinero que designa el ancho de una vela que por donde se fija a su verga.
El Diccionario dice que la palabra designa la distancia entre las puntas de las alas abiertas de las aves y también la distancia entre los extremos de las alas de un avión y de los brazos humanos.

Es frecuente oír “tiene gran envergadura”, referido a un  futbolista. El que habla así no lo sabe, pero está afirmando que tiene los brazos largos. “Cualidad no muy significativa -dice Lázaro Carreter- si tenemos en cuenta que en el fútbol lo importante son las piernas.”

sábado, 7 de junio de 2014

Expresión cazada: Impulso motriz


“Motriz” es un adjetivo femenino, el masculino es “motor”. Puede usarse también como nombre, por ejemplo: “un motor de cien caballos de potencia”.
Sin embargo, con frecuencia, el adjetivo “motriz” (que es femenino), lo oímos aplicado a nombres masculinos: “impulso motriz”, “grupo motriz”, “bloque motriz”...
Lázaro Carreter dice que “este es un error de párvulos”. En efecto, el castellano recibió del latín el sufijo femenino “triz” o “diz” correspondiente a los vocablos que poseían el sufijo “tor” o “dor”: “emperador” - “emperatriz”; “actor” - “actriz”; “locomotor” - “locomotriz”...


 

sábado, 12 de abril de 2014

Palabra cazada: Sponsor


Es un anglicismo, traído por los publicitarios, dándole el sentido americano que tiene como la empresa comercial o persona que paga un programa comercial de radio (o televisión) a condición de que se le nombre en él.
Es un anglicismo innecesario. Ya tenemos en castellano las palabras “patrocinador”, “patrocinar” o “patrocinio” con el mismo significado que quieren dar aquellos que hablan de “sponsor”, “sponsorizar” o “sponsorización”.
Es un anglicismo utilizado también en el ámbito deportivo (sponsorizar clubs o equipos) y en el de la cultura (sponsorizar conciertos, exposiciones, montajes teatrales...), invadiendo el terreno de otras palabras propias  nuestras como “mecenas” o “padrino”
Lázaro Carreter, con su conocida y habitual ironía, termina diciendo al respecto: “Con el tiempo oiremos decir que Santiago es el sponsor de España”.


viernes, 4 de abril de 2014

Palabra cazada: Presunto



¿No tenéis la impresión de que ya no hay corruptos ni ladrones ni violadores ni asesinos? Todos andamos con el prudente “presunto” en la boca por miedo a ser perseguidos por calumniadores.
Aunque la policía haya cogido a un individuo atracando a un banco, no pasará de ser “presunto”. Aunque una mujer sea acuchillada por su marido a la vista de todos, él no pasará de ser “presunto” asesino y ella no pasará (y esto sí que es el colmo) de ser “presunta” víctima, en el lenguaje del periodista que nos informa.
Con su habitual ironía, Lázaro Carreter dice: “Bien harán los locutores deportivos en no gritar ¡gol!, cuando lo vean, sino ¡presunto gol!, mientras el árbitro no señale el centro del campo. Bien harán las matronas en exclamar ¡presunto niño! mientras el Registro Civil no certifique su varonía.”

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miércoles, 5 de marzo de 2014

Palabra cazada: Climatología



Sobre todo en los medios de comunicación suele usarse mal la palabra “climatología”. Por ejemplo en frases como ésta: “En este mes que termina hemos sufrido una climatología muy adversa”.
La climatología es la ciencia que estudia los climas, sus fenómenos y sus causas, pero no los produce. Es el clima el que produce los vientos, las escarchas, las lluvias o las nieblas.
¿Por qué esta sustitución de clima por climatología? ¿Será por parecer a quienes la usan en este sentido que la alongada “climatología” es más elegante que la simple y natural palabra “clima”?

Lázaro Carreter dice que se produce por metonimia. Es decir, con el nombre de una ciencia se designa también el objeto por ella estudiado. Termina diciendo: “¿Quién será el metonimizador que así metonimizó?”.

martes, 18 de febrero de 2014

Palabra cazada: La maratón


Lázaro Carreter dice que “un cambio de género inducido por otra lengua es un barbarismo tan torpe como la adopción de un extranjerismo.
Viene a cuento a propósito de “la maratón”. En los medios deportivos se oye hablar de “la maratón” seguramente por influencia italiana. Los que designan así a la carrera pedestre de resistencia de cuarenta y dos quilómetro ciento noventa y cinco metros, lo hacen porque imponen a “maratón” una concordancia subyacente con “carrera”: la carrera - la maratón.
Pero para el castellano (también para el francés y el alemán)  la palabra maratón es masculina, tal como lo registra el diccionario académico.
Si terminamos diciendo “la maratón” -dice Lázaro Carreter- lo hacemos con la misma lógica que si dijéramos “la impermeable”, haciendo concordar este adjetivo sustantivado con el género de “prenda”: la prenda - la impermeable.

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miércoles, 12 de febrero de 2014

Palabra cazada: Versus



En el sistema cerrado de las preposiciones castellanas: “a”, “ante”, “bajo”..., se nos ha colado el “versus”, con el sentido de “contra”.
Así oímos decir cosas tan horrorosas como “Barça versus Real Madrid” o “Partido Socialista versus Partido Popular”.
“Versus” es un término latino que significaba “en dirección a” o “hacia el lado de”.
Fue el idioma inglés quien lo introdujo primero en su vocabulario, pero cambiando su significación. Se utilizaba como término jurídico con el significado de “contra”: “Smit versus Ford”.
A nosotros, que ya teníamos nuestro “contra”, se nos llenaron los oídos con la novedad del “versus” inglés.

Lázaro Carreter dice al respecto: No hay novedad más imbécil y, por tanto, más necesaria para los imbéciles. Pronto terminaremos diciendo: “versus viento y marea” o “versus más me rasco, más me pica” y dejaremos el “recontra” por mojigato para exclamar ¡reversus!

viernes, 7 de febrero de 2014

Palabra cazada: Valorar positiva (o negativamente)


Lázaro Carreter califica esta expresión de asombrosa y singular. Hoy no extraña a nadie oír en los medios de comunicación noticias como la siguiente: “La resolución del gobierno ha sido valorada positivamente por los sindicatos y negativamente por la patronal”
Parece que nuestro idioma se hubiera empobrecido, perdiendo aquello de “compartir el parecer...” o de “estar conforme con...” o de “dar la razón a...”
Con su habitual ironía, dice Lázaro Carreter:
 -Mira que calcetines te he comprado -dirá un día la esposa al esposo.

-Los valoro positivamente -podrá contestar éste, suprimiendo el “son muy bonitos” o “me parecen muy alegres”, comentarios pueriles todos ellos.